La leyenda del cañón del sumidero en Chiapas
El cañón del sumidero en Chiapas es considerada una de las maravillas naturales de la región. Cada año, miles de personas viajan no solo de muchos lugares de México sino del mundo para poder presenciarlo en vivo.
Y si bien es conocido por ser un hermoso sitio turístico, cuenta con una leyenda que ha estado rondando desde tiempos prehispánicos. Que hasta el día de hoy, sigue causando preguntas a los habitantes de la región.
La leyenda del cañón del sumidero.
Todo sucedió en el lejano año de 1527, cuando la conquista de España sobre la región se encontraba en su apogeo. Los conquistadores se encontraban llegando a todos los rincones del país para quedarse con las tierras.
Al llegar a la zona de Chiapas, encontraron resistencia como se imaginaron. Los pobladores de la región lucharon ferozmente para evitar caer en manos de los extranjeros.
Tenían desventaja numérica, y no solo eso, los conquistadores se encontraban apoyados por tlaxcaltecas y otros indígenas que se habían unido a su causa. Todo parecía perdido para los pobladores de la región.
Debido a esto, tuvieron que comenzar a replegarse. Poco a poco, fueron llevándolos hasta la región de Peñón de Tepetchía, el cual se encuentra en lo más alto del cañón del sumidero.
Al verse rodeados, decidieron que no caerían presos de los invasores: en lugar de entregarse, decidieron arrojarse al precipicio. Pensaron que era mejor acabar con su vida que ser prisioneros.
No eran solamente soldados quienes se unieron: familias enteras se tiraban por el cañón, para evitar el cruel destino. Una determinación de acero a no pasar a formar parte de las filas de estos conquistadores.
El capitán español Diego de Mazariegos era quien se encontraba a cargo de la operación. Al ver como se arrojaban los nativos al precipicio, se conmovió profundamente.
Decidió dejar en paz a los pocos habitantes que quedaron y se marchó del lugar. Se dice que con la poca gente que quedó, se fundó la ciudad actualmente conocida como San Cristóbal de las Casas.