El sombrerón de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas
La leyenda del sombrerón es famosa en la zona de Tuxtla Gutiérrez, en Chiapas. Pero a decir verdad, se habla de hechos muy parecidos ocurridos en otras partes del mundo. Más concretamente, en Centroamérica y Sudamérica.
Cuenta la historia de un particular hombre que vivió hace muchos años. Y que gracias a su muy peculiar sombrero, hasta la fecha seguimos hablando de él, ¿Qué fue lo que ocurrió en particular?
La historia del sombrerón.
Era un hombre ya mayor que se le veía andar entre los pueblos de Chiapas. Nadie sabía quién era, y al parecer, tampoco nadie se acercaba a preguntarle. Por su apariencia, terminaba por causar cierto miedo entre la gente.
Siempre andaba vestido de negro, unido a un sombrero del mismo color. Y por supuesto, todo esto acompañado de un caballo igual oscuro. No se comunicaba con nadie, y así como aparecía se iba.
Lo más llamativo de él era ser un conquistador. Se adaptaba a todas las mujeres que quería enamorar.
Si quería enamorar a alguien de ciudad de alta sociedad, aparecía vestido a la altura. Pero si iba tras una humilde indígena, también adaptaba su ropa para que ella se sintiera identificada con el conquistador.
Lo único constante era el uso del sombrero. Y se dice que era muy encantador, por lo que terminó por enamorar a muchas mujeres. También les ofrecía joyas y riqueza, que ayudaba a que cayeran en sus encantos.
La mayoría de mujeres desaparecía, pero se sabe todo esto porque supuestamente una de ellas logró escapar. Se llevó todas las joyas con ella, gracias a las cuales cambió su vida.
¿El sombrerón también era un ladrón?
Existen otras leyendas relacionadas con este misterioso individuo. Se dice que también era un ladrón, que aparecía en las carreteras para despojar de su riqueza a la gente que tenía la mala fortuna de encontrarse con él.
Pero no robaba a cualquiera. Se dice que sus víctimas solo eran personas de mala vida. Borrachos, apostadores, ladrones y similares. Gente pecadores, algunas personas encuentran cierta similitud con Robin Hood.
Cuando aparecía, era a galope y en la noche. Con el viento fuerte a su alrededor, dando un ambiente aterrador. Por eso muchas personas lo llamaban igual como Jinete negro.
Se dice que el sombrerón todavía cabalga por los caminos. Y que si eres una persona de mal corazón, deberías de pensarlo dos veces al andar por ahí de noche.