¿Hay menos fantasmas hoy en día? ¿No existen leyendas nuevas?

Los fantasmas son parte de la cultura popular. Básicamente en cualquier sitio, en cualquier época, hemos podido escuchar sobre su existencia. Cambian de forma, de nombres, pero la esencia es la misma: seres que han vuelto del más allá.

México es rico en historias de fantasmas (podrás encontrar muchísimas en este tu sitio de leyendas). Pero, ¿has notado que parecen haber menos fantasmas, o que al menos, la gente cree menos que lo sean?

¿No hay nuevos fantasmas?

¿hay menos fantasmas en la actualidad?

Esto lo noté el otro día que platicaba con un colega de temas paranormales. Es un tema que nos fascina, no por nada tengo este sitio dedicado al tema. Pero me llamó la atención en un momento al oír los nombres de las historias.

La llorona y otros nombres clásicos protagonizaban las historias que contábamos. Y es cuando  me di cuenta que todos estos son nombres bastante viejos. Muchos de ellos ya son parte de la tradición de los pueblos.

Y fue cuando comenzamos a platicar si existe algún nombre nuevo que pensemos se vuelva leyenda. Se nos vinieron a la mente varios creepypasta de internet, un sitio que ha ayudado mucho a la preservación de las historias sobre naturales.

Pero también es verdad que muchas de esas historias son creadas por alguien, y de hecho si investigas bien, puedes dar con el momento exacto. Eso termina por poner en duda todas las demás historias.

Eso me hace pensar que nuevas historias de fantasmas son pocas, y nombres célebres que se hayan añadido son realmente inexistentes. Son más famosos los monstruos y seres aparecidos en películas.

Razones por las que no hay nuevos fantasmas.

Algunas de las razones que pienso son:

Es un tiempo diferente.

La información fluye muy rápido. Y podemos verificar todo rápidamente en redes sociales, sitios webs, etc…es una época en donde el misterio ha desaparecido casi por completo, ya que todo suele tener una explicación. O puedes preguntar a alguien.

En tiempos lejanos, cuando pasaba algo simplemente era una experiencia personal. Lo contabas a otro y con el tiempo nacían las leyendas. Y cada quien le agregaba un poco, por lo que al final salían nuevos fantasmas.

Estos procesos podían tomar décadas e incluso cientos de años. Esto hacía que se hicieran parte de la cultura de los pueblos; hoy en día, todo pasa muy rápido y es sustituido por otro nuevo fenómeno.

Las nuevas tecnologías.

Hoy tenemos fotografías, videos y medios para compartir. La gente ha pasado por muchas experiencias y se ha vuelto incrédula. Por lo que es necesita una prueba y te pide si te tomaste una foto o video.

De no hacerlo, te dirán que seguramente te equivocaste o que solo mientes para llamar la atención. Ya que te dirán que si estaba pasando algo, pudiste haber sacado el celular para grabar todo.

Los programas de edición.

Y es que tenemos un nuevo problema, ya que si logras grabar algo, es probable que te digan que es falso. Ya que existen muchos programas de edición de video y fotografía, algunos que hacen verdaderas maravillas.

Nadie quiere ser engañado, por lo que prefieren desacreditar desde antes. Ya que de ser verdad, pues simplemente nos sorprendemos. Y de ser mentira, no pasa nada, nosotros quedamos como que lo vimos desde antes.

Pero de esta manera, causa que incluso una evidencia que pueda ser verdadera, sea tachada como falsa.

Hay demasiada información.

Canales sobre lo paranormal hay muchísimos. Videos, relatos, hay incluso toda una industria detrás. En donde un día sale un tipo de aparición, pero al otro día ya hay otra nueva. Y de esas, no sabemos cuantas son inventadas, simples historias.

Todo esto causa con el tiempo que siempre estemos hablando de cosas nuevas. Por lo que las anteriores pasan a ser olvidadas muy pronto. Para que una leyenda se forme y haga popular, hace falta tiempo.

Estamos en otra época, es por eso que las leyendas clásicas permanecen. Y hace muy difícil que nuevas surjan. También es verdad que ya no se suelen utilizar elementos sobrenaturales para explicar las cosas.

Pero fuera de ello, no creemos que la actividad del más allá se detuvo. Simplemente, lo procesamos diferente.