La leyenda de la Bruja de Hidalgo

En el estado de Hidalgo, al menos en la zona del pueblo mágico de Huichapan, hablar sobre brujas es algo serio. Al menos, las personas tratan el tema con respeto, incluso algunos creyentes, por cualquier cosa.

De hecho al día de hoy, hay personas que siguen teniendo diferentes tipos de precauciones para alejarlas. Como colocar sal en las puertas de sus hogares, esperando poder ahuyentarlas de alguna manera.

También con los niños pequeños se tienen precauciones extra, porque se espera que esta mujer embrujada aparezca e intente llevárselos. Pasan noches en vigilia rezando porque no vaya a aparecer alguna.

Y eso no es todo, cerca de ahí se encuentra el cerro de Coatépetl. No son pocas las personas que afirman haber visto volando bolas de fuego, las cuales por lo regular son relacionadas a estas horribles hechiceras.

Pero, ¿por qué este miedo tan marcado a las brujas en esta región de México?

El origen de la bruja de Hidalgo.

la bruja de hidalgo

Esta historia ha sido pasada de generación en generación, en donde hace muchos años en esta región vivía un hombre con su esposa. Y varias personas le comenzaron a decir que ella era bruja, cosa que no creía.

Pero ante la insistencia, y queriendo quitarse la duda, planeó algo: lo que haría, sería fingir que estaría durmiendo. Pero no, en realidad estaría despierto.

Lo realizó durante la noche, comunicando a su pareja que se iría a dormir. Ella le dijo que le alcanzaría enseguida. Para poder seguir vigilando el exterior, realizó un pequeño hueco en su cobija, para poder verla.

Y observó horrorizado la realidad: su mujer terminó por arrancarse una pierna. Al parecer esto era parte del rito, porque acto seguido se convirtió en un guajolote. Y luego de eso salió volando de la casa, para realizar sepa que actividades.

El hombre, en una mezcla de terror e indignación, decidió tomar la pierna y quemarla. Y ahí se quedó, esperando que su esposa regresara de su salida nocturna.

Cuando volvió, ella traía consigo sangre de niño. E intentó buscar su pierna, pero al no encontrarla terminó por enloquecer. El pueblo se enteró de todo y al día siguiente decidieron que lo mejor era quemarla.

Otra historia sobre esta leyenda.

Existe otra historia muy popular en la zona de Hidalgo. Esta habla de como hace unos años, un niño de la región se enteró que una señora de la zona era bruja. O al menos eso se decía, por lo que pensó que sería buena idea comprobarlo por sí mismo.

Comenzó a seguirla una noche, porque ya la había visto rondar el hogar de un recién nacido. El pequeño la vio entrar en la casa, la pescó infraganti. Y decidió esconderle las piernas.

Al día siguiente, apareció por la casa del niño una señora muy misteriosa, que no podía caminar. Él niño no tardó en descubrir que era la misma bruja que había estado siguiendo la noche anterior.

Para poder darla a conocer, decidió que era buena idea echarle agua bendita a su comida. Y cuando estaba más indefensa, decidió encerrarla y decirle a sus padres quien era ella.

Sus progenitores le creyeron y fueron a hablar con la señora, que no tardó mucho en decir que efectivamente, era ella la bruja. Y suplicó que la soltaran, bajo la promesa que no les haría nada.

No le hicieron nada, pero estaban pensando que harían con ella. Al ir a buscarla a la mañana siguiente, ya no la encontraron en la habitación. Y ese mismo día, les llegó la noticia del fallecimiento de una conocida mujer anciana de la que sospechaba el pueblo.

La bruja de Hidalgo es parte de la tradición de ese estado, que hasta el día de hoy causa al menos respeto.