La leyenda de Beatriz, la quemada
La época de la colonia sigue fascinando a las personas del siglo XXI. Un estilo de vida que ya pasó, pero que la atmósfera, costumbres y hechos de esos tiempos siguen llamando poderosamente la atención.
Y las leyendas propias de esa época nos permiten entender un poco más como las personas de aquel tiempo veían todo. Una de las que más sigue sonando hasta el día de hoy es la leyenda de la quemada.
¿Quién fue Beatriz, la Quemada?
Esta historia inicia con su protagonista de nombre Beatriz, una joven muy hermosa. Poseía una piel blanca, largo cabello y en general muy bonita. Esta vivía en compañía de su padre, el señor Gonzalo Espinoza de Guevara.
Se dice que su hogar y toda esta historia sucedió en la calle Jesús María de la ciudad de México. Pero no hay pruebas concluyentes que todo haya sucedido ahí.
Regresando a la historia, ella además de belleza poseía un buen corazón, por lo que era del interés de muchos hombres. Ella era solo una adolescente y muy inocente, por lo que su padre siempre se encontró cuidándola, alejando a gente con malas intenciones.
No iba a permitir que su tesoro más preciado anduviera con cualquiera, por lo que siempre estaba al pendiente de cualquier enamorado.
Un día entro en su vida un joven de nombre Martín de Seópolli, que enseguida cayó enamorado de ella. Pero en lugar de enfocarse solo en la chica, pensó que seria más fácil todo si evitaba que hubiera competencia.
Para lograr este propósito, permanecía cerca de la casa de Beatriz. Retaba a duelo a todos los hombres que pasan y al parecer era muy bueno en ello, ya que logró eliminar a todos los que se acercaban a su amada.
Este hecho no pasó desapercibido a Beatriz, quien se horrorizaba por la cantidad de muertos que aparecían en la zona. Por que si, los eliminaba y dejaba ahí, ¿tal vez era una forma de mandar una advertencia?
Ella misma se quemó su cara.
Contrario a lo que muchos pudieran pensar al oír de esta leyenda, ella misma se quemó su rostro. Pensaba que esto era la causa de la tentación, y fue lo único que se le ocurrió para lograr que dejara de haber tanto hombres alrededor.
Fue un momento doloroso, escuchándose por toda la casa. Esto por supuesto alertó a su padre, quien junto a los criados, encontraron tan triste escena. Ella había tomado una decisión polémica para acabar con ello.
Pero sorpresivamente, esto no detuvo a Martín de amarla. De hecho fue a visitarla, para confesarle su amor. Él le dijo que la amaba por lo buena y noble que era, no era su belleza el factor que hacía amarla.
Ante esta situación, Beatriz quedó enamorada. Y su padre, al ver que ambos estaban felices y de acuerdo, permitió que haya una boda entre ellos.
Y a partir de ese día, vivieron felices como pareja. Pero el acto de haberse quemada no podía deshacerse, por lo que a partir de ese momento al salir a la calle lo hacía usando vendas para cubrir su rostro.
Al conocerse esta historia, la gente pasó a llamar la quemada, apodo con el que permaneció hasta el fin de sus días.