La leyenda de la niña del panteón: las diferentes versiones

Los panteones son sitios que siempre terminan por causar una mezcla de miedo y respeto a las personas. Es un lugar donde descansan los muertos, pero al mismo tiempo, uno en el fondo teme que no todos se encuentren durmiendo eternamente.

Y es que cualquier cosa que aparezca ahí puede dar miedo, pero causa especial pavor la aparición de un infante. Es porque estamos pensando en la inocencia, mientras que al mismo tiempo nos preguntamos si hay algo maligno detrás.

Entre todas las historias de cementerios, termina por llamar la atención la leyenda de la niña del panteón. Una que quienes dicen haberlo vivido, no olvidarán para toda su vida, al ser una experiencia escalofriante.

¿En qué consiste la leyenda de la niña del panteón?

la leyenda de la niña del panteon

Si bien existen varias versiones de esta aparición, la más famosa de todas sucede en la ciudad de Guadalajara, en específico en su capital Jalisco.

En ese lugar, se dice puede hasta la fecha a una niña fantasma caminando entre las tumbas. Los visitantes que se la han encontrado, dicen que la puedes encontrar jugando, incluso aunque sean altas horas de la noche.

Que muchos niños, en toda su inocencia, se han acercado a ella para platicar. Ella les pregunta si quieren jugar juntos.

La historia más aceptada narra que por allá de los años 30, la familia Hernández acudió al cementerio. Había fallecido Humberto, un familiar cercano a ellos y habían acudido a dar su pésame y mostrar respeto.

Decidieron llevar a la niña de la familia, algo con lo que no se encontraban de acuerdo todos los familiares. Pero terminaron siendo convencidos ya que afirmaban que con esto podría aprender un poco más ella acerca de la muerte.

Fue una jornada triste y ajetreada, en donde hubo llantos, despedidas y todo lo que suele haber en esta clase de eventos.

Desaparece la niña.

Cuando todos comenzaron a prestar atención, se dieron cuenta de algo terrible: la niña había desaparecido. Comenzaron a llamarla, todos gritando por el cementerio, con la esperanza que ella estuviera cerca.

Al no aparecer, comenzaron a comunicarse entre los familiares con la esperanza que de alguna casualidad estuviera la pequeña con alguno de ellos.

Pero todo fue inútil: la niña había desaparecido y nadie tenía idea de que sucedió con ella.

Pasado el tiempo, falleció la esposa del señor Humberto, al que habían enterrado durante el trágico suceso. Su última voluntad fue que sea enterrada a un lado de su marido, deseo que los familiares se encargaron de cumplir.

Esto dio lugar a un macabro hallazgo: cuando levantaron el ataúd de Humberto, se dieron cuenta que por debajo había unos huesos pequeños, como de un niño.

La hipótesis de lo que sucedió es que cuando estaban bajando la baja, ella tropezó y cayó dentro, perdiendo la vida de forma instantánea. Y por el ajetreo del momento, nadie se dio cuenta de lo que pasó.

La historia de Viviana y Carmina, la niña fantasma.

Si bien la versión más famosa y aceptada es la oriunda de Guadalajara, existe otra pequeña fantasma que se ha ganado una gran fama entre los conocedores.

En esta ocasión, la historia nos transporta a Monterrey, en específico al panteón del Carmen. En ese lugar, se encontraba una familia que vendía flores, incluidos sus 3 hijos: Gregorio, María y Viviana.

Viviana era la más pequeña del grupo. Y un día como cualquier otro, se encontraba jugando con otros niños que acudían también al cementerio. Era una actividad común para ella, así no se aburría en las jornadas largas.

Pero poco a poco, la niña comenzó a alejarse del grupo. Su hermana María se encontraba atenta a los movimientos de su hermana, por lo que comenzó a seguirla para verificar que ella se encuentre bien.

La siguió hasta un antiguo mausoleo, donde la vio hablar con un sujeto. De repente, el ambiente se llenó de risas y llantos bastante macabros, que le llenaron de terror. Y lo único que se le ocurrió fue salir corriendo de ahí.

Fue a pedir ayuda y acudieron a buscarla. Afortunadamente encontraron a Viviana, pero en un lugar bastante extraño: dentro del mismo mausoleo. Lo extraño es que este se encontraba cerrado desde hace varios años.

Cuando le cuestionaron sobre cómo llegó hasta ahí, le dijeron que fue por invitación de la niña Carmina.

Regresando al panteón en día de muertos.

El día de muertos era el más movido para la familia. Era cuando acudían más personas y tenían más venta. Ese día Viviana traía una muñeca que le gustaba mucho, pero al cabo de un rato notaron que ya no la traía consigo.

Cuando le preguntaron sobre ello, contestó que se la había dejado a su amiga Carmina. Ese nombre había vuelto a aparecer, y la madre decidió que debía hacer algo al respecto. Lo primero fue regresar al camposanto con ella.

Y ahí sobre la tumba, se encontraba asentada la muñeca de Viviana. La madre cuando se acercó a tomarla, sucedió algo macabro: sintió como una mano la rozó. Una mano helada, que jurarías es de un  muerto.

Cuando la madre regresó a su casa, se encontró a María llorando desconsoladamente: su hermanita no despertaba. Y jamás lo hizo, inexplicablemente falleció y todo por muerte natural, según los médicos.

Los visitantes del panteón del Carmen aseguran que en ciertos días, se pueden escuchar voces de niñas. Se les oye felices jugando, aunque a decir verdad, nadie las ha visto. Tal vez ahí surgió una amistad fantasmal.