Origen de la leyenda de San Juan del Monte
La leyenda de San Juan del Monte intenta explicar a su forma como funciona la naturaleza del mundo.
Esta es una historia original del sureste de México, que seguramente era utilizado para dar una lección de obediencia en la época. Ya que esta habitualmente es contada para los niños y se busca darles una pequeña lección de vida.
¿De qué trata la leyenda de San Juan del Monte?
Esto se remonta a la época prehispánica, en la región de Quintana Roo. Se decía que en ese tiempo la madre naturaleza creó una pequeña anima, que sería la encarga de cuidar toda su creación.
Esta anima tenía de nombre San Juan del Monte, o simplemente Juan del Monte. Su trabajo consiste en estar cuidando plantas y animales, proporcionarles alimento y en general estarlos cuidando.
También hace las veces de guardián, porque no parece estar muy feliz que las personas entren en su territorio. De hecho quien es Juan del Monte le temen.
De hecho, se recomienda que si vas a entrar en la selva, es buena idea pedir permiso a San Juanito bendito, pidiendo que amarre a sus animalitos para poder entrar al monte. Se dice que de no hacerlo, te encontrarás con gran cantidad de animales venenosos.
Y ni eso es garantía, ya que puedes tomarlo de mal humor y aún así te perseguirá.
Pero por lo general, se centra más bien en cazadores furtivos y campesinos que hayan pasado sin permiso. Incluso en algunos casos te avisa, porque te empezará a silbar de manera incesante, esperando que te vayas.
De no hacerlo, él caerá sobre ti. Lo más probable es que termines con la pierna rota porque terminó colocando alguna rama en su paso.
La historia de Pancho.
Alrededor de esta leyenda existe una historia muy conocida: la del niño Pancho.
Se dice que este niño de 7 años un día fue a llevar la comida a su papá, que trabajaba en los potreros, todo por encargo de su madre.
Era muy lejos de su hogar, pero tenía que internarse en el Monte para ello. Le estaba llevando un poco de pozole, la comida preferida de su padre.
Cuando estaba yendo, alcanzó a oír la voz de su papá entre el monte que le decía “estoy aquí, ven conmigo”. Pero ese no era su padre, era Juan del Monte.
El niño no lo sabía y se dejó llevar por las palabras, internándose en el monte. Se perdió luego de eso.
Su familia al notar que no se encontraba por ningún lado, salió a buscarlo. Afortunadamente para el niño, su padre lo encontró. Pero en un lugar bastante alejado, y fue así que se supo esta fascinante historia de don Juan del Monte.