La leyenda del tío Pereyra y el tesoro perdido

Existen muchos arroyos en el país, y sobre todo en Nuevo León, existen varios muy llamativos. Pero seguramente ninguno como el llamado el arroyo del tío Pereyra, un nombre muy particular para un sitio así.

¿Quién es el tío Pereyra? Esta es una historia que sigue contándose mucho en las fogatas. El cual sirve también para darnos una pequeña lección sobre todo lo relacionado al dinero, el oro y como esto puede perdernos.

¿Qué fue lo que le pasó al tío Pereyra?

el tesoro del tío pereyra

En la zona de Iguana y Vallecillo hace muchas décadas existía una gran actividad minera en la zona. Muchas de las personas de la región se dedicaban a trabajar en las minas, ya que era la actividad que más dinero dejaba.

En esa zona vivía y trabajaba un indio de nombre Pereyra, que al igual que otros en la región, trabajaba en las minas. Lo acompañaba su esposa, que también hacía diversas actividades, volvían a casa luego de la jornada.

Para ello hacían uso de una pequeña asno que era su transporte. Ahí iba su esposa, pero también algunos lingotes que usualmente terminaba por sustraer de manera ilegal. Era bastante pillo en realidad.

Cuando iban de regreso, tenían la costumbre de desviarse un poco. Ahí se encontraba una cueva, en la cual había una especie de agujero a nivel del suelo, que tenían tapada con una laja para evitar que la gente lo vea.

Para llegar ahí tenían que seguir ciertos pasos exactos, los se sabía el señor. De esta forma, fueron acumulando lingotes en el sitio, pensando en algún momento poder retirarse, reclamarlos y vivir como ricos.

Pero el señor Pereyra murió, y su esposa no se sabía el lugar exacto. Busco entonces compartir la información con sus vecinos, ya que no tendría ella todo el oro, pero al menos podría llegar a reclamar una parte.

Aquí empieza lo misterioso: muchas personas se pusieron en la búsqueda del oro del tío Pereyra. Le dicen así porque no son pocos quienes aseguran haberlo escuchado golpeando y trabajando, pero no sabían que hacía.

Sin embargo, nadie encontraba el tesoro: algunos afirman haberlo encontrado, pero que cuando ponían señales para volverlo a encontrar, desaparecían. Incluso decían que la pala del tío seguía en el lugar.

Pero al final, la realidad es que nadie parece haber dado en verdad con el tesoro, el cual permanece oculto en algún lugar junto al arroyo.

Hasta la fecha, algunas personas que pasan por la zona dicen haber visto que alguien tiene una fogata en la zona. Y que se encuentra golpeando con un pico, por lo que piensan que es el tío Pereyra que todavía sigue trabajando con sus lingotes.