Sac Nicté, la leyenda de la princesa maya

Aunque pasaron muchos antes de la civilización actual, las leyendas maya han llegado hasta nuestros días con mucha vida. Relatando historias que anteceden por mucho a los tiempos de la sociedad moderna.

La historia de la princesa Sac Nicté es una de ellas, que hasta la fecha sigue siendo contada por los pobladores de la región. Una historia que toca el corazón de todos quienes la escuchan y ahora conocerás a continuación.

La historia de la princesa Sac Nicté.

Sac Nicté

Sac Nicté fue una antigua princesa, que vivía en la región comprendida entre Mayapán, Chichen Itzá y Uxmal. Estas en conjunto formaban una de las orbes más poderosas del antiguo reino de los Mayas.

Durante su vida fue una época de paz, en donde existía la guerra. Los grandes señores de la región habían logrado varios acuerdos que evitaban los conflictos, tanto así que fue una época en la que no existían ejércitos.

En esa época el principe Canek de Chichen Itzá, con 21 años, en una de sus visitas conoció a la princesa Sac Nicté, que en ese tiempo contaba con quince años. Al instante se terminó de enamorar de ella, siendo que fue totalmente correspondido.

Y si bien ellos dos se amaban, existía el problema que la princesa ya se encontraba prometida por su padre, el rey de Mayapán. Se encontraba destinada a Ulil, uno de los hijos del rey de Uxmal, siendo próxima la boda.

Cuando faltaba poco más de un mes para la boda, Canek recibió la invitación para la boda. Él dijo que no faltaría, nadie sabe que pensaba en ese momento. Pero recibió una visita que cambió por completo la historia.

El enano viejo visita a Canek.

De repente, un enano viejo se le apareció a Canek. Este sin saber muy bien el motivo de la visita, le fue dado un mensaje por el extraño hombrecito: “La flor blanca te va a esperar entre las hojas verdes, ¿vas a dejar que otro la arranque?”. Y luego desapareció.

Él lo tomó como la última advertencia, que si no hacía nada su amada quedaría en los brazos de otros. Por lo que tomó su ejército el día de la boda y acudió, dispuesto a lo que sea para evitar que se la lleven.

El príncipe cumplió, se apareció frente a los novios y secuestró a Sac Nicté. Esto por supuesto era una evidente declaración de guerra para la gente de Mayapán, quienes salieron de inmediato hacia Chichen Itzá.

Cuando llegaron se toparon con una sorpresa: la ciudad había sido abandonada. Los habitantes ante la inminente invasión decidieron dejarla a su suerte. Los invasores al no poder vengarse, quemaron toda la ciudad.

Desde entonces, la ciudad ha permanecido abandonada. Ningún habitante más tuvo ese lugar, que fue sacrificado en pos del amor de su gobernante. Hasta la fecha, se sigue recodando como una historia trágica y romántica a la vez.

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