La sirena de Tamiahua, una leyenda veracruzana

Las sirenas son parte activa de muchas culturas alrededor del mundo. Son seres mitad mujer y mitad pez que son protagonistas de muchas historias que han afectado a marinos sobre todo. Pero que afectan a todo que ser acerque al mar.

Existe una historia muy particular en el estado de Veracruz, donde se habla de una niña que terminó transformada en uno de estos seres, ¿Qué fue lo que ocurrió, porque la niña tuvo ese trágico destino?

La leyenda de la Sirena de Tamiahua

La leyenda de la sirena de Tamiahua

Para poder conocer en donde se desarrolla la historia, debemos de trasladarnos hasta Tamiahua, el cual es el nombre de un municipio. En su interior, podemos encontrar un pequeño pueblo de nombre Rancho nuevo.

Se dice que hace muchos años ahí vivía una viuda de nombre Damasia, quien no estaba sola, ya que era acompañada por su hija Irene. Esta era muy linda, morena, de cabello largo y unos ojos verdes muy sobresalientes.

Ellas vivían una vida normal y típica en la región. Pero el origen de la historia se remonta a un jueves santo, en donde todos se preparaban para las actividades propias de esta época. La cual tiene algunas restricciones.

Estuvieron trabajando muy duro recogiendo leña y ella terminó por ensuciarse debido al trabajo. Por este motivo, le señaló a su madre que antes de irse, se tomaría un baño en el agua que se encontraba ahí cerca.

Seguramente es una tradición del lugar, pero su madre le dijo que no lo haga. El problema es que no deben de bañarse en temporada de días santos, que estaba prohibido. Pero ella no hizo caso a esta advertencia.

Pensaba que no tendría nada de malo y procedió a entrar al agua: esto fue su último error. Dicen que de la nada apareció una enorme ola que la cubrió. A partir de ello, el cuerpo de Irene empezó a transformarse.

Procedieron sus ojos a hacerse más grandes, su pelo se pinto de un color rojo muy intenso, el cual se terminó por extender de igual forma a su piel. Y lo más importante, sus piernas empezaron a mutar hasta cambiar a unas aletas.

Luego de eso, la ola terminó por llevarla a la laguna.

Los lugares se reunieron para intentar ayudar a la mujer. Para ello se acercaron al agua, en donde la terrible creatura se encontraba ahí erguida, amenazante. Incluso aseguran algunos que empezó a emitir palabras para atraerlos.

Los pobladores se dieron cuenta que era demasiado tarde para ella, Irene se había perdido para siempre y ahora era una figura monstruosa, que lucía muy peligrosa.

Las historias cuentan que durante los siguientes jueves santo, su madre siguió yendo a ese lugar. Tenía la esperanza de ver si algo había cambiado, si de casualidad su hija había vuelto a ser la misma buena niña de siempre.

Pero los pobladores aseguran que todavía puede vérsele por el lugar. Ahora es un monstruo y todo rastro de Irene se ha perdido. Una leyenda a todas luces con la intención de incentivar a respetar las costumbres.