¿Quién es el Vucub Caquix según el Popol vuh de los mayas?

Muchos antes de la creación de los seres humanos, incluso mucho antes de la creación de la luz, existía el vucub caquix. Era un ave gigantes vanidosa, padre de Zipacná y Cabrakán, comenzado esta historia hace miles de años, según lo escrito en el Popol Vuh.

Este gigantesco pájaro (o siete Guacamayo como le dijeron más tarde los españoles) era bastante presumido en realidad. Afirmaba tajantemente que él era tanto el sol como la luna. La razón de esto era su brillo, ya que su nariz, pico, ojos, todo resplandecía a su alrededor.

Tenía dos hijos de nombre Zipacná y Cabracán, mientras que a su lado también se encontraba su esposa Chimalmat.

La misteriosa existencia del Vucub Caquix

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La realidad es que no era ni el sol ni la luna ni nada parecido, pero simplemente le gustaba sentirse más que los demás y ser bastante fanfarrón. Así fue por mucho tiempo, hasta que terminó por enojar a la gente incorrecta.

Los gemelos  Ixbalanqué y Hunahpú se hartaron de su soberbia. Ellos eran dioses verdaderos y se hartaron de la falsedad del ave, que no era divinidad ni nada parecido.

Así que un día tomaron una cerbatana, con la que habían decidido dispararle cuando se encontrara comiendo. De esta manera lograrían enfermarle, logrando que pierda sus metales preciosos, su brillo y todo lo que le había dado tanta soberbia.

El Vucub Caquix iba todos los días a comer al árbol de nance, al parecer le encantaba la vista. Subía hasta la parte más alta del árbol, en donde se disponía a disfrutar de manera tranquila de todos sus alimentos.

En ese momento a lo lejos, bastante oculto, Hunahpú terminó por usar su cerbatana contra el ave. Terminó por herirlo profundamente en la mandíbula, cayendo al suelo por el dolor y el susto, mientras daba espantosos gritos.

Hunahpú trató de rematarlo, pero al acercarse, la gigantesca ave pudo reaccionar. Tomó con su pico el brazo de uno de los gemelos, arrancándolo en el acto. Luego de eso, se fue a su casa lo más rápido posible, con el miembro todavía en el pico.

Chimalmat se horrorizó al ver llegar a su esposo herido. Le preguntó a su pareja sobre lo sucedido, a lo que le contestaron simplemente que se sentía herido de la mandíbula y le dolía mucho.

Le empezaron a aplicar curaciones, mientras que decidieron dejar el brazo colgado sobre el fuego de la casa. Estaban seguros que de un momento a otro, el dueño de dicho brazo terminaría por aparecer.

Los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué no se rinden

Los gemelos no se dieron por vencidos: acudieron con los ancianos Zaqui-Nim-AC y Zaqui-Nimá-Tziis. Les pidieron que los acompañen a ver al Vucub Caquix, bajo la idea que eran sus abuelos, y ellos sus nietos recientemente huérfanos de padres.

El grupo fue a la puerta del ave gigante. Le preguntaron si eran sus hijos y lo negaron, que eran sus nietos. Que ellos en realidad tenían la habilidad de curar, podían sacar la muela del gusano y curar los ojos.

El Vucub Caquix les comentó que no podía dormir. El dolor era insoportable, pasando noches en vela, gracias a los demonios que lo habían atacado.

Aceptó que la pareja de ancianos lo ayuden, terminando por consumarse el engaño. Le cambiaron los dientes por maíz blanco, le dañaron la niña de los ojos y en general hicieron que terminara por perder todo su brillo y majestuosidad.

Así murió Vucub-Caquix, se dice que al poco tiempo su familia también. La pareja de ancianos recuperaron el brazo y curaron al gemelo.

Esta es la historia de como el corazón del cielo terminó por castigar la vanidad del ave gigante, haciéndolo perder todo por lo que se había enorgullecido y presumido.

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